
aquello que queremos llevar a acabo con tanto fervor que la adrenalina sube demasiado rápido y tan constantemente a nuestra cabeza que bloquea toda acción. y es sutil cómo se nos resbala el impetu a chorros, los nervios que creímos inquebrantables, la convicción de ver el acto consumado y terminar viéndolo estúpidamente consumido. es inevitable pensar en el amor, más aún desear su presencia en algún momento y es aceptable luchar por él, como tambien lo es cometer errores y querer solamente dejarlos pasar y no hacer nada el respecto. una moral invertida, meramente egoísta, se acepta...
No hay comentarios:
Publicar un comentario