martes, 16 de noviembre de 2010

nunca es suficiente

Que quiero? Aveces me sorprendo a mi misma con ganas de llorar por las cosas que no tengo, que no pude conseguir. Y mi mente se moja junto con mis ojos, se moja de tedio, de repulsion, impaciencia, soledad e impotencia. Todo junto. Y me auto reprimo por llorar, por ser debil e impetuosa y dejarme alcanzar por la banalidad, para luego reconfortarme con el consejo, la promesa, el recordatorio, el derecho a llorar.
Me cansa, definitivamente. Entonces cuando menos pienso estoy recluida en un monton de rostros, voces y anecodtas familiares, deseando un tiempo y espacio tambien familiar. Me abrazo a eso, me adhiero al momento y bloqueo las salidas. No las quiero. No las puede haber. Ahora no es solamente una persona lo que creo necesitar, es la experiencia, el ritmo, los conocidos, las palabras, las miradas, las maniobras, todo. Yo que creia que me estaba alejando cada vez mas de mis previas vidas, de mi lenguaje, cuando en verdad lo tengo mas tatuado que nunca en mi mente.

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