viernes, 4 de febrero de 2011

qué

de pequeña era muy soñadora: se suponía que iba a ser presidenta de mi país, pintar en parís, tomar fotos por todo Europa, iba a escribir reportajes de guerras, bombas nucleares, huelgas y catástrofes sociales, actuaría en televisa o en películas hollywoodenses con muchachos muy guapos, me vestiría de marinera, caminando en algún puerto, en algún muelle, siempre regalando sonrisas y recibiendo a cambio lo mismo, también quise ser policía a prueba de balas o trabajar en una gasolinera, ser muy muy pobre, vivir en una casa de cartón y tomar café sin leche todos los días, café, arroz y frijoles. no sé por qué creía que la gente que vive así es muy feliz, otros días, en cambio, iba a ser una millonaria que ayudaba a los pobres (así decía ''los pobres''), tuve muchas otras aspiraciones wannabe, estas fueron de las más sanas, razonables y/o admirables dentro de lo que abarcaba mi criterio infantil e ingenuo. y es muy raro como me separaba de todo mundo. bueno, más bien todo era mi mundo. al alcance de mis manos en cualquier instante. dispuesto a doblarse por y hacia mi. y nunca uní todo ese tipo de metas a alguien más. ni una sola figura sentimental. quería conquistar un mundo que ya era mío y sólo veía por mí. ahora que ya pasaron los tiempos me da tristeza saber que me he empeñado tanto en conquistarte a tí. y no a mí. ¿me entiendes?

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